Por Adys Cupull y Froilán González
Aucaencayohueso se comunicó con Francisca Ulloa Romero, sobrina nieta del Mayor General Antonio Maceo, ella respondió a nuestra pregunta sobre el libro que ha sido presentado en diferentes capitales y ciudades del mundo, Nuestro deber es luchar. Francisca es hija de Edelmira Romero Maceo y nieta de Dominga Maceo Grajales, hermana menor del Titán de Bronce, dijo que Fidel la sorprende cada día, y que ella está luchando igual junto a sus hijas y nietos, que trabajan y visten el uniforme verde olivo de nuestras Fuerzas Armadas. El año pasado “Panchita recibió la Medalla 50 Aniversario de la fundación de la Escuela Provincial de Ballet Alejo Carpentier, por el abnegado trabajo que realizó en la destacada Institución, de la que es fundadora. “Alberto Alonso me llevó para el ballet como secretaria. Él me ayudó mucho y me decía: Panchita esto se va a arreglar cuando venga el comunismo. Aunque el primero que me habló de comunismo fue mi hermano Carlos, que siempre luchó por estos ideales”.
Un Baraguá irreversible fue aquel 15 de marzo de 1878, presente hoy en la posición firme de los intelectuales que se reunieron con Fidel, y de los trabajadores y estudiantes que estuvieron junto ellos a través de los medios de comunicación, y que aprobamos la decisión de dar a conocer al mundo el deber de luchar.
Seguiremos el principio de la Protesta de Baraguá que enalteció la Patria, el acto viril que José Martí definió, como “de lo más glorioso de nuestra historia”. Siempre intransigentes ante las injusticias. Todos sabemos que la humanidad entera está en peligro de ser exterminada. Y algunos no quisieran hablar de ello, es, las guerras imperialistas azotan a la humanidad. Las noticias se refieren a matanzas indiscriminadas en Afganistán de familias indefensas, niños inocentes. Bombardeos en el territorio de Palestina, represión a jóvenes estudiantes en Chile, y otros hechos semejantes que se convierten en cotidianos. Nuestro deber es luchar, las nuevas generaciones han de crecer sanos, libres de las barbaries atómicas, y de armas invisibles, paralizantes y mortíferas, que ordenan usar, los insensibles y deshumanizados corsarios del mundo
“Hay Fidel para rato” afirmó Francisca Ulloa Romero y expresa que le complace ver y escuchar al Comandante en Jefe de la Revolución Cubana. Que nadie se equivoque porque habrá Martí, Maceo y Fidel para siempre.
Hace algunos años la entrevistamos para nuestro libro “Mariana, Raíz del Alma cubana, publicado por la Editora Política, hoy tienen plena vigencia sus palabras, y un importante valor testimonial sobre la familia Maceo Grajales por ello consideramos que merece ser reproducido en esta página que es también latinoamericana.
Panchita, como le llaman cariñosamente sus allegados tiene dos hijas: Marta que es licenciada en Historia del Arte y fotógrafa, ha recibido reconocimientos de las FAR, y Mayra destacada arquitecta. Los dos nietos son jóvenes ejemplares, y como siempre habló de su esposo José Rafael Vecino, fallecido. Y de su abuela Dominga con quien residió en La Habana.
En 1997 narró sobre la familia y sus raíces caribeñas:
…Mi bisabuela era Mariana Grajales. De ella lo único que sé es que era muy valiente, muy brava, que decía a sus hijos que había que ser muy limpios, limpios por dentro, y limpios por fuera y que aunque hubiera que estar con las ropas humildes debía estar limpia. También decía que se tenía que ser muy honrado. Era una mujer extremadamente pulcra, muy patriota y que supo educar a sus hijos dentro del patriotismo.
-Mi abuela Dominga hablaba poco, y yo preguntaba poco. Eso limita mis recuerdos. Ella sufrió mucho porque conoció la noticia de la muerte de sus hermanos en la guerra, de una sola vez. Porque resulta que mi abuelo, el Teniente Coronel Manuel Romero López le escondía las cartas, para que no sufriera, pero un día mi abuela encontró las cartas, donde aparecían cuatro o cinco de sus hermanos muertos. Fue un drama para ella. Él lo hacía para aliviarle sufrimientos, pero le hizo mucho daño con ese problema. Desde entonces le quedó una especie de rigidez.(…)
-Ella sufrió también los rigores de la guerra. Mi mamá nació en Jamaica, (se refiere al exilio de la familia en 1878), porque mi abuela iba en estado de gestación y entonces en Jamaica comenzaron los dolores de parto. A los 22 días de nacida mi madre, continuaron viaje para Honduras, donde la familia se estableció. Para seguir contando tengo que rebelar un secreto familiar que nunca hemos dicho y como se está investigando la historia no se puede mentir.
-Mi mamá se estableció en Honduras y en una población que se llama Muchilena y otra que se llama Puerto cortés nacimos todos nosotros. Es decir que no nacimos en Cuba.
-Mi abuela Dominga, (terminada la guerra) gestionó para que mi mamá con todos sus hijos pudieran venir de Honduras para Cuba, quería que toda la familia viviera en Cuba y todos vinimos, incluso mis hermanas Cecilia a la que le decíamos Chila y Tránsito a la que llamábamos Tancha, pero ellas regresaron, estaban casadas con hondureños; hicieron sus familias en ese país y allá murieron.
-Cuando mi mamá llegó a Cuba, mi abuela nos inscribió a todos como si hubiéramos nacido en Cuba, para evitar que nos deportaran como hacían frecuentemente con los no nacidos en el país.
-Durante la guerra, mi familia tuvo que vivir constantemente de uno a otro país. Fue en 1925 cuando mi mamá regresó con todos nosotros, yo tenía seis años de edad.
-Pero somos cubanos aunque hubiéramos nacido en otro país, porque somos hijos de cubanos y esta es nuestra patria y Dominga quería que fuéramos cubanos por nacimiento y estamos orgullosos de serlo. Toda la familia se movió mucho, vivió en Haití, Santo Domingo, Honduras, Costa Rica, Jamaica. Esos pueblos fueron muy solidarios con mi familia.
-Mamá Minga (se refiere a su abuela) era muy estricta e imponía la disciplina y como en la guerra todo tiene que mantenerse en secreto, eso ella lo impuso y nosotros nunca hablamos de que habíamos nacido en Honduras.
-Mi mamá hablaba de esas cosas pocas veces y cuando hablaba uno no le daba importancia a esas historias. Yo ahora soy vieja (nació el 22 de agosto de 1919) y me gustaría saber, por eso quiero que mis nietos sepan, pero antes no era así, y yo misma ahora es que me doy cuenta de esa gran familia que tuve. Pero para mí ya es demasiado tarde, por eso se lo digo a mis nietos y se lo digo a todos los jóvenes, lo importante es preguntar y conocer la historia.
Dominga Maceo Grajales, única sobreviviente de los hijos de Mariana Grajales y Marcos Maceo, en 1923, participó en la Comisión creada para la exhumación y traslado de los restos de su madre de Jamaica a Santiago de Cuba. Participaron además los nietos: Ramón Maceo, Ana Rizo, Rosendo Romero, Hilario Grajales, Ignacio y Antonio Regüeyferos.
Al regresar de Jamaica se quedó en Santiago de Cuba y después se trasladó ad La Habana, puso como condición que cuando muriera tenían que trasladarla para Santiago de Cuba y enterrarla en el cementerio de Santa Ifigenia, donde estaba su hermana Baldomera y su madre Mariana Grajales. Con esa condición se mudó para La Habana. Desde su fallecimiento su cadáver fue trasladado a Santiago de Cuba, cumplida su voluntad.
(1)-Francisca Ulloa Romero sobrina nieta de Antonio Maceo Grajales.