Por Redacción de Razones de Cuba
Este 13 de agosto el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, cumpliría 92 años, y como homenaje, Razones de Cuba publicará, durante toda la semana, los versos, textos, fotografías, comentarios o ilustraciones que envíen nuestros usuarios al correo razonesdecuba@gmail.com.
Con miradas desde el corazón de cada revolucionario cubano y del mundo, Fidel continúa vivo. Son 92, Comandante. 92 años de victorias, de sonrisas, de solidaridad, humanismo, internacionalismo, cultura, patriotismo.
¡Gracias, Fidel!
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Mariana Enriqueta Pérez Pérez envió a nuestra dirección electrónica un poema de su autoría. Aquí se lo compartimos.
Amanecer en Snta Clara
(1º de diciembre de 2016, a las 6:00 h.)
Se ve el lucero del alba*
solo, sobre un edificio
como guardián, como auspicio
de que el futuro se salva.
El día despunta en malva
y este planeta, cercano
del Sol, invita al arcano
desde su íntimo pasaje,
y da luz (de inverso viaje)
sobre el rumbo del hermano.
Es diciembre, sexta hora.
Venus, volcánico cielo,
no puede ocultar su duelo
por el Héroe, también llora.
Dimensión evocadora
del hombre, de su entereza,
crece en luz, se despereza
para mirar su retrato
y con guiño de arrebato
la enorme figura besa.
*Mientras se esperaba el cortejo, vimos al lucero del alba sobre el frontón de la Biblioteca Martí.
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Rafael Cantero Pérez, Delegación Mintur Holguín, escribió el siguiente texto:
La primera vez que vi bien cerca a este hombre, del que oí durante toda mi niñez y a quien, tanto en la familia como en la Escuela, me enseñaron a amar, fue mientras estudiaba en la EMCC de Holguín, en el 1974, salíamos del comedor y se formó una correzón increíble, las seños del Comedor dejaron lo que estaban haciendo, incluso a expensas que le sustrajeron lo que se servía en el plato; corrimos todos cuando el jeep en el que viajaba doblaba en U. Desgraciadamente no pude llegar hasta él, éramos muchos, pero si estuve lo cerca posible como para oírlo clarito y verlo muy cerca, aunque no pude estrecharle la mano. Todavía muchos días después todos estábamos impactados con su visita y conversación.
La segunda vez no fue tan cerca, estudiábamos en la ciudad de Odesa, Ucrania al que fue invitado a dar un discurso en el Gran Teatro de Ópera y ballet de esa ciudad, como cubanos nos sentimos orgullosos de que los asientos de esta bellísima instalación resultaron pocos para tantas personas que querían verlo y oírlo. Una vez más, mucho tiempo después, aún se hablaba de su corta visita.
Luego lo tuve cerca fue cuando lo despedimos en su viaje a la Eternidad, la caravana con la urna pasó a 10 metros de dónde estaba, aunque ya no vestía el uniforme de oficial de las FAR me cuadré y le rendí el saludo militar, lo que repetí en mis dos viajes privados al nicho en dónde reposa.
Mi padre expresaba que alguien le comentó que, estando en la URSS un soviético le comentó: “Uds. no merecen al líder que tienen”, ante su reclamación este hombre dijo, el problema es que es alguien muy grande para dirigir un país chiquito.
No sólo los cubanos que vivimos parte de nuestras vidas bajo su mandato, lo recordaremos como nuestro padre, sino que el mundo lo recuerdan como el Gigante qué es, a la altura de otros grandes, incluso sus enemigos le reconocen sus méritos, sobre todo el que el país más poderoso no pudo con él ni con su obra.
Ante una pregunta de que como se sentía de haber alcanzado la Inmortalidad, contestó: “Se dice que el Mundo, dentro de miles de millones de años, desaparecerá, entonces la inmortalidad no existe.
Ese es nuestro Fidel, así lo recordamos.
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Vilma Romero también compartió su opinión con nosotros, y nos envió esta fotografía. Así escribió:
Luz de esperanza: Como quien prende en el fondo del corazón una vela que no se apaga nunca, más bien se multiplica, esa “fuerza telúrica” —como lo llamó el Che— hilvanó con inteligencia profusa la certeza de que solo la educación conduciría al camino de la libertad. Y articuló en ello un pensamiento, una acción creadora, un sentido de la vida.
Importancia de la educación. Solo la formación podrá sostener las ideas y los sueños de los pueblos revolucionarios.
Gracias FIDEL.
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Por su parte Luis Ramiro Ruiz Sevilla, también compartió con nosotros su poema de homenaje al Comandante en Jefe.
Maestro Fidel
Nos enseñaste a ser un viajero del tiempo
tiempo que te eternizará.
Nos enseñaste a soportar vicisitudes, sufrimientos, sacrificios.
Nos enseñaste a observar y a disfrutar de tus logros imperecederos.
Nos enseñaste como convertirse en un ejemplo de ética, de patriotismo.
Nos enseñaste como debe ser un líder, que inspira hasta el último minuto de su vida.
Nos enseñaste a ser revolucionarios durante todos los días de la vida.
Nos enseñaste a construir la obra donde nos comprometemos de palabra.
Nos enseñaste a que si se ganaron batallas en buena lid en vida,
se pueden seguir ganándolas después de muerto.
Nos enseñaste a forjar el espíritu, la conciencia y el destino,
por eso tu legado será inmortal.
Nos enseñaste a construir la obra donde nos comprometemos de palabra.
Nos enseñaste a ofrecer tu ayuda solidaria, a tu pueblo o a otros pueblos,
ya sea en África, Asia o en cualquier lugar del mundo.
Nos enseñaste a no rendirnos en la lucha contra la dominación y la humillación.
Nos enseñaste a construir un bastión de dignidad y de justicia,
enfrentando al bloqueo genocida que trató de doblegarlos
y lejos de lograrlo les fortaleció y engrandeció.
Hazaña en la que el mundo debería reflejarse y proyectarse.
Nos enseñaste a defender el derecho humano a la educación, a la salud
en y más allá de Cuba.
Nos enseñaste a actuar entre iguales,
entre un Comandante de talla y dimensión universal
y un humilde campesino o un obrero,
entre un Comandante, un maestro, una enfermera o un niño,
entre un Comandante y algún representante de cualquier potencia,
entre un Comandante y algún máximo líder religioso,
entre un Comandante y el representante de alguna monarquía.
Nos enseñaste en tu grandeza, a ser como uno más de todos nosotros.
Nos enseñaste a que ningún ser humano nos debe ser ajeno.
Nos enseñaste a llevar solidaridad, a los rincones más recónditos del mundo.
Nos enseñaste a ser humildes,
a no ser indolentes con el prójimo.
Nos enseñaste a compartir no lo que nos sobra,
sino lo que el otro necesita.
Nos enseñaste como llegar a ser un héroe antiimperialista,
enfrentándose en condiciones de absoluta desigualdad y desventaja.
Nos enseñaste que a pesar de poseer limitados recursos económicos,
de agresiones permanentes de todo tipo por partre del imperio
Cuba podía convertirse en referente mundial en educación, salud, deporte y desarrollo científico.
Nos enseñaste a ser solidarios siempre y con todo aquel que necesite.
Nos enseñaste como luchar hasta derrotar al colonialismo, al apartheid y cualquier forma de opresión.
Nos enseñaste a curar con tus brigadas médicas epidemias peligrosas.
Nos enseñaste como actúa el militante más lúcido de la izquierda internacional.
Nos enseñaste a creer en el hombre, a saber escoger a los camaradas,
a organizar a un pueblo y derrotar con entereza y sacrificio una dictadura.
Nos enseñaste a no dejar morir la llama de la esperanza y a continuar luchando
por alcanzar mejores días para los explotados y desposeídos.
Nos enseñaste no solo a dar impecables discursos, a escribir o manejar tu fusil amado.
Nos enseñaste a hacer del hombre, un hombre nuevo, justo y solidario.
Nos enseñaste a no descansar ni un minuto de tu vida,
en la búsqueda de solución a los problemas de tu pueblo y de otros pueblos.
Nos enseñaste cientos y cientos de veces,
que no se debe morir cuando el contrarrevolucionario quiera.
Nos demostraste que la muerte a de ser una ley de vida.
Nos enseñaste a que si se tiene algún día que caer,
que sea firme, defendiendo su trinchera.
Nos enseñaste, aprendimos y no nos rendiremos.
Hasta la victoria siempre, querido maestro.
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José Antonio Dávila Camacho nos envió su comentario y adjuntó una imagen singular del Líder de la Revolución Cubana.
Estimado Equipo de Razones de Cuba:
Quizás hablar de “recordar” es remitir nuestra memoria al pasado, precisamente a los recuerdos… pero de Fidel, aun cuando no tuve el honor de conocerlo, no podría nunca hablar en pasado, ni siquiera me atrevería a enunciar que lo recuerdo, porque Fidel está presente en mi vida, con sus palabras, sus discursos, sus imágenes, pero sobre todo con su ejemplo; ese ejemplo que me demuestra en cada acto de mi vida que es posible un mundo mejor para todos. Fidel siempre está presente y como un homenaje lo he venido tallando en tizas y lápices… dos están en Fidel Soldado de las Ideas… otras ahora se las comparto…
¡¡¡Viva Fidel!!!
Saludos desde México.
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