El Tribunal Supremo de Estados Unidos dictaminó que los diferentes Estados del país pueden imputar a migrantes por falsificar documentos o suplantar la identidad de otra persona al hacer uso de sus papeles para conseguir trabajo. Con cinco votos a favor y cuatro en contra, el fallo supone una victoria para la administración del presidente, Donald Trump, y su política migratoria, definida por analistas como restrictiva y discriminatoria. Aquellos territorios que así lo deseen podrán procesar a migrantes e imputarlos con cargos como ‘robo de identidad’ sin interferir con las leyes de inmigración federales. Esta nueva medida aprobada por Tribunal Supremo de Estados Unidos pone en evidencia las crecientes tensiones sobre lo que pueden o no hacer los Estados a la hora de aplicar las leyes federales de inmigración.
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