Nuevo filme: Trump acorralado

Cuando el interés es desviar la atención, EE.UU es especialista en levantar cortinas de humo y fabricar historias para una buena película al estilo de Hollywood. Ahora la trama va dirigida a ocultar las victorias de Cuba ante la COVID-19 así como la efectividad de la unión cívico-militar venezolana para desarticular invasiones terroristas desde Colombia y EE.UU.

A pesar de ello, todos conocemos que Donald Trump ha tratado de esconder y desmentir la realidad que vive su país que confirmó el pasado miércoles un millón 389 935 casos, ratificando así su condición de epicentro de la pandemia.

Recordemos las artimañas que ha utilizado en menos de dos meses para cambiar el papel del culpable de la propagación de la epidemia en la nación norteña. También se ha dedicado a crear focos de atención, para que la opinión pública se guíe hacia otros aspectos “más importantes” que los “insignificantes” 84 059 estadounidenses fallecidos a causa de la crisis sanitaria.

Primero canceló los fondos que EE.UU. aporta a la Organización Mundial de la Salud (OMS), debido según él a su “mal” manejo de la crisis epidemiológica.

También se dedicó a denunciar a China por ser la culpable de extender desde los laboratorios de Wuhan a todo el mundo la Covid-19.

Y para darle de que hablar a los medios organizó y financió la “Operación Gadeón” la que ahora es “un simple intento de exploración en territorio venezolano” y en la cual “ellos no tienen nada que ver”. Es necesario agregar el ataque terrorista contra la Embajada de Cuba en Washington, algo “sin importancia” a pesar de que no tiene forma de desmentir la relación de los implicados con miembros de su gobierno.

Pero rápidamente cambió la trama y ahora los diarios se llenan del cuento sobre una Cuba alentadora del terrorismo y una Venezuela que no permite que “inocentes” ex Boina Verde regresen a EEUU luego de hacer una “inofensiva acción” en una nación extranjera.

Entonces vemos a un Trump en escena, practicando su mejor chiste del “Yo no he sido”!!!, los diarios lo muestran victorioso, aunque la realidad demuestre que está acorralado.

Por Camila Moreno