Es un indicador que avala cada año la Organización Mundial de la Salud. Pero al que supuestos analistas expertos han descubierto su “trampa”.
Juan Ramón Rallo publicaba en “El Confidencial” y otros medios digitales un texto titulado “Cómo manipula Cuba sus estadísticas de salud”. En él asegura que “la alta esperanza de vida y la baja mortalidad infantil” en la Isla “no se explican (…) por la excelencia de su sistema sanitario socialista”, sino por “la manipulación estadística y (…) la represión estatal”. Lee el resto de esta entrada